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viernes, 30 de diciembre de 2011

DECIMEROS DESEOS PARA EL 2012.

Por José Atuesta Mindiola


Entramos al dos mil doce

con la fe del peregrino,

buscamos en el camino

la luz radiante de goce;

que la confianza rebose

de las tinajas del alma,

y el viento silbe en la palma

sus violines de arreboles

y de noche los faroles

siempre llevemos de enjalma.



II

Que Dios nos dé el esplendor

para embellecer el bien,

y edificar nuestro edén

con las bases del amor,

que el perfume del albor

sea espiral de azucenas;

que brillen las cosas buenas

en el dintel del hogar,

y el abrazo no ha faltar

para sopesar las penas.



III

Y nuestra Patria querida,

soberana y de quimera,

de sus hijos siempre espera

más respeto por la vida;

ya basta de tanta herida,

con la paz mejor vivimos.

A Gobernantes pedimos

honradez a toda prueba;

la guerra siempre es la cueva

de oscurecidos racimos.



Valledupar, 30 de diciembre del 2011


JOSE ATUESTA MENDIOLA

miércoles, 21 de diciembre de 2011

PREMIO ALFAGÜARA- 2011



Tomado de: www.papelenblanco.com/fichas/novela/el-ruido-de-las-cosas-al-caer

PORTADA:







http://www.casadellibro.com/libro-el-ruido-de-las-cosas-al-caer-premio-alfaguara-de-novela-2011/9788420475073/1846043




Premio Alfaguara de Novela

* Juan Gabriel Vásquez, Premio Alfaguara de Novela 2011 por El ruido de las cosas al caer

* Ediciones Anteriores


Desde su primera edición, en 1998, han presidido el Premio Alfaguara: Carlos Fuentes, Eduardo Mendoza, Alfredo Bryce Echenique, Antonio Muñoz Molina, Jorge Semprún, Luis Mateo Díez, José Saramago, José Manuel Caballero Bonald, Ángeles Mastretta, Mario Vargas Llosa, Sergio Ramírez y Luis Goytisolo.

El Premio Alfaguara de Novela se ha convertido en un referente de los galardones literarios de calidad otorgados a una obra inédita escrita en castellano. Está dotado con 175.000 dólares (unos 129.000 euros) más una escultura de Martín Chirino. Su vocación y proyección en todo el ámbito del idioma español en el mundo ha propiciado una difusión internacional de primer orden, apoyado por la edición simultánea de las obras ganadoras en España y América. Hasta el momento han obtenido el Premio Alfaguara de Novela: Caracol Beach de Eliseo Alberto y Margarita, está linda la mar de Sergio Ramírez (ambos ganadores de la primera edición), Son de Mar de Manuel Vicent, Últimas noticias del paraíso de Clara Sánchez, La piel del cielo de Elena Poniatowska, El vuelo de la reina de Tomás Eloy Martínez, Diablo Guardián de Xavier Velasco, Delirio de Laura Restrepo, El turno del escriba de Graciela Montes y Ema Wolf, Abril rojo de Santiago Roncagliolo, Mira si yo te querré de Luis Leante, Chiquita de Antonio Orlando Rodríguez, El viajero del siglo de Andrés Neuman, El arte de la resurrección de Hernán Rivera Letelier y El ruido de las cosas al caer de Juan Gabriel Vásquez

Todos ellos tuvieron una difusión intercontinental y presentaron sus obras en casi todos los países de habla hispana a lo largo del año de promoción. El éxito de sus obras se ha reflejado también en las traducciones contratadas a otras lenguas y en el interés que ha mostrado el cine en algunas de ellas, como la película Son de Mar, dirigida por Bigas Luna y basada en la novela homónima de Manuel Vicent.


EL PRIMER PREMIO ALFAGÜARA:

MARGARITA ESTA LINDA LA MAR: Novela de Sergio Ramírez

Premio Alfaguara 1998



FOTOGRAFÍA DE LA PORTADA DEL LIBRO, TOMADA DE: http://www.foroamor.com/images/imagenes/pareja-mirando-mar.jpg

1907. León, Nicaragua. En el transcurso de un homenaje que le rinde su ciudad natal, Rubén Darío escribe en el abanico de una niña de nueve años uno de sus más hermosos poemas: «Margarita, está linda la mar...»1956. En un café de León, una tertulia se reúne desde hace años, dedicada, entre otras cosas, a la rigurosa reconstrucción de la leyenda del poeta. Pero también a conspirar. Anastasio Somoza visita la ciudad, en compañía de su esposa, doña Salvadorita. Está previsto un banquete de pompa y boato.Habrá un atentado contra la vida del tirano, y aquella niña del abanico, medio siglo más tarde, no será ajena a los hechos.


POEMA DE RUBÉN DARIO: MARGARITA ESTÁ LINDA LA MAR



http://www.foroamor.com/images/imagenes/pareja-mirando-mar.jpg


Margarita está linda la mar,
y el viento,
lleva esencia sutil de azahar;
yo siento
en el alma una alondra cantar;
tu acento:
Margarita, te voy a contar
un cuento:

Esto era un rey que tenía
un palacio de diamantes,
una tienda hecha de día
y un rebaño de elefantes,
un kiosko de malaquita,
un gran manto de tisú,
y una gentil princesita,
tan bonita,
Margarita,
tan bonita, como tú.

Una tarde, la princesa
vio una estrella aparecer;
la princesa era traviesa
y la quiso ir a coger.

La quería para hacerla
decorar un prendedor,
con un verso y una perla
y una pluma y una flor.

Las princesas primorosas
se parecen mucho a ti:
cortan lirios, cortan rosas,
cortan astros. Son así.

Pues se fue la niña bella,
bajo el cielo y sobre el mar,
a cortar la blanca estrella
que la hacía suspirar.

Y siguió camino arriba,
por la luna y más allá;
más lo malo es que ella iba
sin permiso de papá.

Cuando estuvo ya de vuelta
de los parques del Señor,
se miraba toda envuelta
en un dulce resplandor.

Y el rey dijo: «¿Qué te has hecho?
te he buscado y no te hallé;
y ¿qué tienes en el pecho
que encendido se te ve?».

La princesa no mentía.
Y así, dijo la verdad:
«Fui a cortar la estrella mía
a la azul inmensidad».

Y el rey clama: «¿No te he dicho
que el azul no hay que cortar?.
¡Qué locura!, ¡Qué capricho!...
El Señor se va a enojar».

Y ella dice: «No hubo intento;
yo me fui no sé por qué.
Por las olas por el viento
fui a la estrella y la corté».

Y el papá dice enojado:
«Un castigo has de tener:
vuelve al cielo y lo robado
vas ahora a devolver».

La princesa se entristece
por su dulce flor de luz,
cuando entonces aparece
sonriendo el Buen Jesús.

Y así dice: «En mis campiñas
esa rosa le ofrecí;
son mis flores de las niñas
que al soñar piensan en mí».

Viste el rey pompas brillantes,
y luego hace desfilar
cuatrocientos elefantes
a la orilla de la mar.

La princesita está bella,
pues ya tiene el prendedor
en que lucen, con la estrella,
verso, perla, pluma y flor.

* * *

Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar:
tu aliento.

Ya que lejos de mí vas a estar,
guarda, niña, un gentil pensamiento
al que un día te quiso contar
un cuento.

jueves, 15 de diciembre de 2011

ADIOS A KATIUSKA



FOTO TOMADA DEL ESPECTADOR: nota de: *
Juan Carlos Piedrahíta B. | Elespectador.com

En you tube.com, encontramos este video, y consultando este vínculo puedes ver otros videos de la cantante de música vallenata fallecida martes 13 de diciembre del presente año, en Valledupar, y quien se inició con "Los niños del vallenato del "Turco" Gil", en Valledupar, Cesar, Colombia.

http://youtu.be/VmD8DJsw3Y0



Adios a Katiuska (Apartes de la noticia).
Por: LOLITA ACOSTA

Esta es una de esas noticias para las cuales uno no está preparado para recibir ni para dar. La muerte de un ser joven, una niña de 19 años, en la flor de su juventud y de sus anhelos.

Se ha ido Katiuska Mendoza, la nieta del gran “Colacho” Mendoza, la de la voz potente, clara y melodiosa. Había nacido para ser artista y por eso a los 8 años de edad, sus padres Nicolás “Nacho” Mendoza Torres y Luisa Cotes Acosta, la pusieron en manos del “Turco” Gil y 4 años más tarde, ya como integrante de Los Niños Vallenatos, hizo parte de los invitados a cantar el folclor vallenato en la inauguración de la Biblioteca Presidencial Clinton en la ciudad de Little Rock, en Arkansas (EEUU) en el 2004. Luego vinieron otros viajes, a Panamá y Venezuela y sus muy aplaudidas presentaciones en los Teatros Jorge Eliécer Gaitán y COLSUBSIDIO en Bogotá y Heredia y Centro de Convenciones Getsemaní de Cartagena en el homenaje tributado a Gabriel García Márquez durante la Solemne Sesión Inaugural del Cuarto Congreso Internacional de la Lengua Española en presencia de los Reyes de España, Juan Carlos y Sofía; el ex presidente Álvaro Uribe Vélez; el ex presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, y el ex presidente de la República de Panamá, Martín Torrijos, entre otros grandes eventos.

Su voz quedó registrada en los dos Cds hechos hasta la fecha por Los Niños Vallenatos del “Turco” Gil (Anhelo un futuro y Homenaje a Bill Clinton) y su deseo de profundizar en su carrera de cantante la llevó a Bogotá, donde con el empresario Germán Espinosa adelantaba el proyecto de producción de su propio disco como solista de una agrupación que se iría a llamar “Las Cañaguateras”, bajo la orientación musical del “Turco” Gil.

Katiuska nació el 20 de enero de 1992 en Fonseca, donde culminó su bachillerato en el Roig y Villalba. Acababa de terminar su segundo semestre de Comunicación Social – Periodismo en UNIMINUTO en Bogotá, y también estudiaba música...

viernes, 9 de diciembre de 2011

SOBRE PINTURA-MANZUR









Más Obras y comentarios en:

http://www.colarte.com/colarte/conspintores.asp?idartista=28





TOMADO DEL ESPECTADOR- 9/12/2011




Exposición en el Museo de Arte Moderno de Bogotá
"No se acabó la pintura en caballete"

Por: Liliana López Sorzano
El artista David Manzur presenta un recorrido por la última década de su trabajo, a la que le dio el título de 'Ciudades oxidadas'.



“Con el tiempo uno deja de pensar que es un genio, con el tiempo uno empieza a agachar la cabeza, con el tiempo uno piensa que no termina nada, con el tiempo uno piensa que no puede prometer nada, con el tiempo uno piensa que lo que tiene en la cabeza es mejor que lo que hace, con el tiempo uno piensa que nunca llegará a hacer esa obra que sueña hacer”, sentencia David Manzur al preguntarle qué pasa con su arte y el paso de los años.

A los 82 años, el maestro se encuentra vital, lúcido, divertido, más activo que nunca y feliz de haber reunido todas las obras que los coleccionistas prestaron para mostrar una década de su trabajo bajo el nombre de Ciudades oxidadas, en el Museo de Arte Moderno de Bogotá.

Cuadros de gran formato compenen la muestra. Sus figuras emblemáticas están ahí, la alusión a Velázquez, las ruedas, las moscas, los caballos, los caballeros en armaduras, la repetición de la historia del arte en miniatura. Son como elementos de escritorio que siempre están ahí, al alcance de su mano. Un guerrero, por ejemplo, empuña su lanza contra una mosca en el piso. “ Las moscas adquieren un sentido cinético en mi obra. Solía pintar debajo de dos reflectores y una mosca se posaba ahí, lo que me permitía copiarla sin que se volara. Me la aprendí de memoria. Es un elemento temático, pero viene con una connotación anímica. Es lo único que no se puede espantar, es una parte divertida, de humor”, afirma.

La paleta cromática de estas últimas obras están pintadas con rojo, ocres, amarillos tenues y grises reflejando texturas oxidadas. Esa gama fue la inspiraron de los últimos viajes que ha realizado a India, Nepal, Antártida y Venecia, esa ciudad que siempre lo ha inquietado, “la ciudad más bella del mundo”, confiesa, donde el agua es bella, pero al mismo tiempo es un problema. Los cuerpos de los caballos, esta vez, tienen los cuellos desproporcionados, los gestos al revés y eso responde a una intención del artista de evitar la proporción en los aspectos formales del arte, pero siendo fiel a una forma plástica de interpretar las ideas. En sus múltiples periplos por el mundo, el deterioro urbano y el problema del medio ambiente lo tocaron y estas obras dan cuenta de esa inconformidad. En un lenguaje sutil, que no es denuncia sino testigo, plasma sus ciudades oxidadas, que de alguna manera también desdibujan lo que de niño le tocó vivir. Se crió en España, siempre con la guerra, y con el sentido de lo equivocado, del hambre. En el comedor del internado colegial, que lo sentía más como una cárcel que como una institución educativa, había cuadros del siglo XVII que lo marcaron, dejando un recuerdo que se distorsiona y que se refleja en los cuadros de ahora.

Sentarse con Manzur es recibir una clase de historia del arte. La época escolástica española fue clave como inspiración de su arte. “La pintura del siglo XVII no sólo es la más importante, sino la más decisiva, en la que la pintura llega a agotar el sentido de decir algo en términos literarios para empezar a decirlo solamente en términos plásticos. El gesto manual de una pincelada valía por encima de una interpretación de lo que el artista quería decir. Velázquez con el mugre de una paleta, la traduce en lamé de plata en una menina y eso es una maravilla. De ahí la diferencia entre la formalidad de un arte académico, donde todo no se puede, a la libertad del artista, a esa que le da el siglo XVII”, explica.

Ser pintor figurativo en pleno siglo XX, donde el mundo de las ideas y la expresión fuera del caballete se tomó el arte, puede resultar complicado para muchos. Pero para Manzur, una buena instalación puede ser la radiografía del mismo trasfondo que tiene el mejor pintor con símbolos y metáforas. “Ser buen pintor es difícil. No se acabó la pintura de caballete, lo que se acabó es el talento a pesar de que existan unos pintores figurativos para caer de rodillas”, y agrega: “Ningún artista termina en su época, generalmente otro artista retoma y va más allá”.

Manzur reflexiona sobre su lugar como artista consagrado y cómo ve el arte contemporáneo. “El problema con el arte joven es que rompe y ataca aquello que no conoce. Mirar al pasado es la mejor manera de proyectarse al futuro, porque uno corrige el pasado de alguna forma. Del presente hay que desconfiar, se parece mucho a la moda”.

Mambo. Calle 24 N° 6-00. Hasta el 15 de enero.

*
Liliana López Sorzano | Elespectador.com

jueves, 8 de diciembre de 2011

¿QUÉ HAY DE LITERATURA EN 2011? TOMÁS TRANSTRÖMER- PREMIO NOBEL DE LITERATURA


Tomado de:
http://www.papelenblanco.com/literatura/tomas-transtromer-premio-nobel-de-literatura-2011-avance


El poeta sueco Tomas Tranströmer es el ganador del premio Nobel de Literatura 2011. Según la Academia Sueca “da un acceso fresco a la realidad a través de sus translúcidas y concentradas imágenes”. Esta vez las quinielas no estaban muy alejadas del fallo final del jurado. El Nobel de Literatura no se otorgaba a un poeta desde que lo recibiera la polaca Wislawa Szymborska en 1996.

Esta vez la Academia ha tirado para casa, algo que no ocurría desde que galardonaran a Harry Martinson en 1974. Se comprenden así los gritos de júbilo de los periodistas cuando se ha anunciado el premio. Porque el sucesor de Mario Vargas Llosa nació en Estocolmo el 15 de abril de 1931, es psicólogo de profesión y este premio es la confirmación de que se trata del poeta sueco más importante. Es, además, un buen pianista.

Su primera obra, 17 poemas, apareció en 1954 y desde entonces sus libros han sido traducidos a más de 60 idiomas. En total 15 obras de poesía que en España han sido recopiladas en dos antologías, ambas publicadas por Nórdica: El cielo a medio hacer (2010) y Deshielo a mediodía (2011). Desde que un ictus le paralizara el lado derecho del cuerpo en 1990, sus publicaciones han sido más escasas aunque nunca ha dejado de escribir.

NOCHE-MAÑANA

EL mástil de la luna se ha podrido y la vela arrugado.
La gaviota flota ebria, más allá, sobre el agua.
El pesado cuadrilátero del muelle, carbonizado. El matorral se
doblega en la oscuridad.

En la escalera. El amanecer golpea y golpea
en las verjas de piedra gris del mar y el sol crepita
cerca del mundo. Semiahogados dioses estivales tantean
en niebla marina.

Más información | Primeras páginas de El cielo a medio hacer.
Imagen | Wikimedia.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

¿QUÉ HAY SOBRE LITERATURA EN 2011? Orquestas infantiles y juveniles

Orquestas infantiles y juveniles de Colombia le ponen música a la vida
Con una gira internacional, estas celebran 20 años de inclusión, oportunidades y sueños cumplidos.

http://youtu.be/jfqPK_A2ha0




Subido por Batutaprensa el 11/03/2009

Tema: Colombia Tierra Querida, de Luis Eduardo (Lucho) Bermúdez. Interpretado por la Orquesta Sinfónica Juvenil Batuta Bogotá, bajo la dirección del maestro Juan Felipe Molano. 26 de noviembre de 2008. Auditorio León de Greif de la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá D.C


TOMADO DE YOU TUBE.COM

SOBRE LOS AVANCES DE LAS ORQUESTAS JUVENILES COLOMBIANAS, EL TIEMPO PUBLICA EL SIGUIENTE ARTÍCULO
Publicación : eltiempo.com
Sección : Cultura y entretenimiento
Fecha de publicación:23 de julio de 2011
Autora: OLGA LUCÍA MARTÍNEZ ANTE Coordinadora de ESKPE

Orquestas infantiles y juveniles de Colombia le ponen música a la vida
Con una gira internacional, estas celebran 20 años de inclusión, oportunidades y sueños cumplidos.

"Oíste, ¿y vos no has vuelto a robar?", le decía un niño a otro, ambos paisas, mientras afinaban sus violines, hace unos 10 años, en una comuna de Medellín, antes de empezar un concierto de la Orquesta Juvenil Batuta. "¡No!, ¿a qué horas? ¿No ves que me la paso tocando este violín tan bonito?", le contestó el otro. Estas historias sobre el poder transformador de la música constituyen uno de los principios más esperanzadores de Batuta en toda Colombia, desde que fue lanzada por el Gobierno nacional en 1991. El modelo, similar al Sistema de Orquestas Sinfónicas Juveniles e Infantiles de Venezuela, busca fomentar la música clásica entre menores y jóvenes de los estratos menos favorecidos. Su actual director, Juan Antonio Cuéllar, tiene fe en que su trabajo al frente de Batuta significa que "miles y miles de niños sin oportunidades tengan, a través del programa, una razón para vivir, sentirse importantes y recuperar su autoestima". El compositor musical que fue decano de Artes de la Universidad Javeriana, cuenta que en centros de población a los que llegan muchas personas en condición de desplazamiento solo hace presencia Batuta, además de las entidades del Estado, para poner una escuela y trabajar por los niños. Para celebrar sus 20 años, la Orquesta Sinfónica Juvenil del programa, dirigida por el maestro Juan Felipe Molano, se va de gira a Europa, del 15 de agosto al 11 de septiembre. Estará en Berlín y Spandau (Alemania), así como en Verona y Florencia, entre otras ciudades italianas. Incluso, no faltará una visita al Vaticano. Los 65 integrantes de la orquesta interpretarán música de Tchaikovsky y Brahms, y también de compositores colombianos, como Lucho Bermúdez. Los viajeros conforman la punta de la pirámide de estudiantes del programa y conservan la música como profesión. Sin embargo, cuenta Cuéllar, ese no es el único fin de pertenecer a Batuta: "Uno de nuestros objetivos es que transformen el sentido de su vida y lo lleven al trabajo que tengan. La música les ha ofrecido retos que se pueden transferir a otras realidades, que, sin duda, asumen y asumirán muy bien, porque llevan en ellos mismos algo fundamental". Los niños que ingresan a Batuta solo requieren tener el deseo de aprender de música. El programa ofrece estimulación artística y sensibilización musical en su primera etapa, para menores de 4 a 6 años. Según estudios, con ello se fortalecen el razonamiento espacial, los índices de medición de inteligencia, la habilidad matemática, la comprensión de lectura y la capacidad de concentración. A partir de los 7 años, empiezan a tocar algún instrumento, tienen clases de técnica vocal y de lectura y escritura musical, y hacen parte de una preorquesta, conformada por 30 estudiantes. "Cuando se van, llevan la sensibilidad y la belleza como equipaje, tienen otros ideales, otra manera de sentir. Incluso conocen el mundo, sin haber salido de sus casas, gracias a la música", concluye Cuéllar. Historias que tienen distintos tonos Niños y jóvenes del país han cultivado en Batuta un gran amor por la música. 'El violín es una parte más de mi cuerpo' La música se abrió paso en la vida de Luis Alfredo Bedoya con clases particulares de piano eléctrico, que le patrocinaban sus padres. Esa actividad no solo lo sacaba de la rutina de sus estudios en su natal Leticia (Amazonas), sino que lo emocionaba. "¡Era muy chévere!", recuerda Bedoya, que se define como un joven "multiétnico". Su conexión con la música fue mayor cuando se inscribió en las clases de Batuta Amazonas (creada en 1998). Tenía 12 años, y comenzó con el clarinete. Pero, poco después, vio a uno de sus profesores interpretar el violín de forma "magistral", como él la define, y quedó encantado, tanto como para dedicarse de tiempo completo a este instrumento. "Se estableció una conexión a fondo entre el instrumento y yo", cuenta Bedoya -de 19 años-, estudiante de Música en la Universidad Distrital de Bogotá e integrante de la Orquesta Sinfónica Juvenil Batuta Bogotá. (Participará en la gira internacional con otros 64 compañeros.) "Lo que pasa entre el violín y yo es algo orgánico. Cuando lo interpreto, me transporto a otros mundos, es una parte más de mi cuerpo", sigue. Quiere interpretar muy bien la obra de Mendelssohn, su compositor favorito, pero mientras lo logra se dedica a una de sus piezas preferidas: La meditación de Thais, de Jules Massenet. Bedoya tiene muchos sueños: hacer parte de la Filarmónica de Boston, en Estados Unidos; estudiar Música en Europa y ser profesor. Vivir por la música A Janelly López la criticaron mucho, pero no cedió. Puso a su hijo Darwin Andrés Gutiérrez en clases de música en Batuta Quibdó (Chocó) cuando tenía 5 años y le habían diagnosticado anemia de células falciformes. Es un mal que provoca que los glóbulos rojos no tengan forma circular, sino de media luna, lo que hace que se atasquen en los vasos sanguíneos; los pacientes tienen muchos dolores, mala respiración y problemas en sus órganos. Han pasado ocho años desde entonces. La enfermedad no se ha ido -por su cardiopatía y baja constante de sus defensas debe viajar a Medellín para ser internado-, pero Janelly dice que el clarinete que Darwin Andrés interpreta "lo tiene aquí". Antes de la música, agrega, "pasaba más tiempo en el hospital que en la casa; ahora, es al contrario". Inclusive, hasta en la clínica presumen que la música es la conexión del niño con este mundo. Estudiante de grado séptimo, Darwin Andrés interpreta con igual destreza la Sinfonía No. 6, de Beethoven, y una chirimía del Pacífico. Por su enfermedad, no puede hacer deporte y vive con ahogo. "Pero se pone bien cuando canta o toca un instrumento. El otro día estaba acostado y lo invitaron a cantar a un matrimonio, y volvió sano", cuenta Janelly. Y, por ella fuera, que Batuta no tuviera vacaciones. "Es la época en la que más se enferma". 'El oboe me encontró' Una profesora de oboe llamada Érika Torres le mostró a Sandra Franco la magia de este instrumento cuando tenía 14 años. La adolescente, que desde niña era una fanática de la música, llegó a Batuta debido a su fascinación por los sonidos y porque alguien le contó que existía un centro en Kennedy, donde vivía. Comenzó con el corno inglés, pero tuvo problemas: "Me reventaba los labios". Y aunque poco y nada sabía del oboe, la interpretación de la profesora Érika la llevó a querer ejecutarlo. "Yo estaba para tocar otro instrumento, pero el oboe me encontró a mí", dice hoy, a los 19 años. Ahora, busca un cupo universitario para seguir aprendiendo música y ser una mejor intérprete. Su sueño inmediato es poder comprar un instrumento, "que es muy costoso y, por ahora, imposible para mí". Profesión Ex Batuta exitosos Andrés Orozco Estrada. Este director de orquesta de 34 años empezó en Batuta y estuvo en el concierto de lanzamiento del programa. Ha dirigido la Mahler Chamber Orchestra de Alemania. Juan Felipe Molano. Nació en Medellín en 1975, es el director nacional sinfónico de Batuta y dirigió la Orquesta Sinfónica de Yucatán del 2004 al 2007. Ligia Perilla. Es la primera contrabajo de la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia.

Publicación
eltiempo.com
Sección
Cultura y entretenimiento
Fecha de publicación
23 de julio de 2011
Autor
OLGA LUCÍA MARTÍNEZ ANTE Coordinadora de ESKPE

¿QUÉ HAY SOBRE LITERATURA EN 2011? Esthercita Forero y sus canciones

La importancia de Esthercita Forero para la música colombiana
Premio Simón Bolívar 2010 de Periodismo Cultural explica dimensión de su aporte a cultura nacional.



Esthercita Forero es la única y solitaria figura femenina que ocupa un lugar, de igual a igual, en la pléyade de los mayores compositores de música popular colombiana, al lado de Rafael Escalona, Jorge Villamil, José Barros, Lucho Bermúdez, José A. Morales, Adolfo Pacheco y Rafael Campo Miranda, entre otros. El mérito no es poco. No era fácil, siendo mujer, por los tiempos en que ella comenzó su carrera, dedicarse al cultivo de la música folclórica, y mucho menos de la música folclórica costeña. El mercado principal de la música de la Costa estaba compuesto por hombres que, según observa Peter Wade en su libro Música, raza y nación, "vinculaban goce sexual y goce musical", por lo que las mujeres que la cantaban eran consideradas "moralmente flexibles" y no "respetables". Esthercita Forero, quien por entonces era ante todo cantante, no escapaba a ese prejuicio, y es de suponer, acaso con mucha más razón, que una mujer que compusiera esta clase de música también era víctima del mismo. Pero, tanto en su calidad de intérprete como de compositora, ella no solo salió adelante, sino que conquistó la cumbre. Fue uno de los primeros exponentes de la música popular colombiana en tener gran éxito en el exterior. En 1949, emprendió su más larga y triunfante gira fuera de las fronteras colombianas, que se inició en Venezuela, dio un salto a República Dominicana, continuó en Puerto Rico y Cuba, tuvo su etapa más prolongada y culminante en Nueva York, prosiguió con una estadía de casi un año en México y tuvo su fase final en Honduras, Guatemala y Panamá: algo más de 10 años, que resultaron cruciales para su vida artística. Lo más importante empezó a suceder en Puerto Rico, al punto de que ella misma diría después que su carrera comenzó allí. ¿Y cómo no? En ese país, adonde llegó en marzo de 1950, fue acogida por nada menos que Rafael Hernández (autor de Cachita, El cumbanchero, Lamento borincano), ícono y autoridad de la música popular puertorriqueña, que vio en ella "grandes posibilidades para convertirse en una figura de relieve en la canción popular suramericana", tal como lo registró el Diario de Puerto Rico, y quien la animó a componer, ya que hasta entonces ella era había sido solo vocalista. Con la orquesta y la dirección de Hernández, grabó una serie de discos que incluía porros, su primera composición (el bolero Santo Domingo) y el porro-tamborera Pegadita de los hombres, un impacto arrollador del que se vendieron más de 80.000 copias durante tres años consecutivos. Según contó la propia Esthercita, en las calles de San Juan los conductores, al tocar el pito de sus carros, recreaban la melodía de dicha canción. Más de un año después, cuando llegó a Nueva York, la anunciaron como "la simpática cantante creadora de Pegadita de los hombres" y se referían a la composición como "el inolvidable hit". 'Pegadita' en Nueva York Fue en Nueva York donde alcanzó sus logros más resonantes. Debutó el sábado 10 de noviembre de 1951 y permaneció hasta mayo de 1954. Además de Pegadita de los hombres, otras canciones suyas gozaban de amplia notoriedad. Hizo numerosas presentaciones en escenarios como el Teatro Puerto Rico y el Palladium Ballroom, de la avenida Broadway, y fue invitada a grabar. Por esos días, les escribió a compositores colombianos como Pacho Galán, Lucho Bermúdez, José Barros y otros para que le enviaran obras suyas. "No me contestaban ni una palabra -contaría, años más tarde, a Álvaro Suescún, el escritor e investigador barranquillero que prepara el más completo y minucioso estudio biográfico de la cantautora-. Nada. Entonces me acordé de las palabras de Rafael Hernández y empecé a escribir canciones como La burrita mocha, El totumito y La caminadora. Hoy en día las veo tan inferiores, pero de todas maneras era un principio y el público las acogía con un amor extraordinario". Grabó unas 90 canciones, de las cuales cerca de 55 eran originales suyas, primero con Ansonia Records y después con Seeco (casa discográfica que le permitía que sus discos se publicaran simultáneamente con los sellos Columbia, en México; Odeón, en la Argentina; Éxito, en Puerto Rico, y Tony, en Colombia). Entre las agrupaciones y los músicos de prestigio que la acompañaron en estas producciones fonográficas sobresalen el Trío Oriental de Ñico Saquito, el pianista y compositor René Touzet, Johnny Rodríguez (el hermano mayor del cantante Tito Rodríguez), Tito Puente, Machito y Mario Bauzá (director musical de la orquesta de Machito y llamado el padre del jazz latino). En marzo de 1954, en su famoso programa semanal de radio Nights in Latin America, en la WQXR, la reconocida comentarista norteamericana Pru Devon afirmó que Esther Forero, junto con la peruana Yma Sumac (la popular cantante peruana de Vírgenes del sol), "constituía la más auténtica expresión del arte de Latinoamérica". Esta racha neoyorquina hizo decir por entonces al periodista Alejandro Oramas: "Después del maestro Ángel María Camacho y Cano (cartagenero que grabó desde los años 30 más de 100 composiciones suyas en Nueva York) no se había visto a un compositor de Colombia triunfando en el exterior como lo ha hecho Esther Forero". Todavía en la década de 1940, el bambuco y el pasillo seguían siendo la música nacional. Solo era de buen recibo en los salones de baile de la alta sociedad la música popular norteamericana (foxtrot, jazz), mexicana, cubana y argentina. Los aires populares costeños eran una expresión marginal, tenida por vulgar y ordinaria, y sometida a un apartheid, incluso por las élites de la Costa Caribe. Esta situación empezó a cambiar poco a poco, mediante un proceso gradual del que hizo parte muy activa, entre otros músicos, Esthercita Forero. Ella misma, en el primer período de su carrera, solo cantaba bambucos, pasillos, guabinas, tangos, valses y boleros, incluso durante sus dos primeras salidas internacionales, a Venezuela, en 1938, y a Panamá, en 1942. El detonante fue el poeta Jorge Artel, autor de Tambores en la noche, a quien conoció en 1943, en Cartagena. Él la persuadió de explorar las raíces de la música costeña y con él emprendió una suerte de viaje a la semilla, que duró seis meses, por las sabanas de Bolívar, el valle del Sinú y los pueblos de la ribera del Magdalena, donde descubrió e investigó, in situ, cumbias, paseos vallenatos, puyas, porros y fandangos, y los apreció en su más prístina desnudez. A partir de allí dio un viraje total en su propuesta: se puso un vestido de provinciana costeña y una enorme flor silvestre en la oreja y empezó a cantar y a difundir el folclor de su región; primero por todo el país y, después, en el exterior. En Nueva York se la presentaba como intérprete, compositora y divulgadora del porro. En junio de 1952, en relación con este género, declaró en esa capital: "Antes de presentarlo en teatros y radiodifusoras, explico su origen y el contenido folclórico colombiano que lo anima". En un periódico, apareció en una foto vestida de cumbiambero (sí, no de cumbiambera), tocada con un sombrero 'vueltiao' y con un pañuelo 'rabo e gallo' en el cuello. Así llegó a ser una de las primeras que contribuyeron al proceso de difusión de la música costeña y una de las artífices decisivas del ascenso de esta música en Colombia y el exterior. El rigor en la escritura Hará unos siete años, en Barranquilla, en un pequeño acto público en el auditorio Mario Santo Domingo, del complejo cultural de La Aduana, Esthercita habló acerca de su manera de componer. "Las letras de mis canciones -dijo- no son nunca dadas al público sin ser antes cuidadosamente castigadas". Y agregó que ese rigor se debía a que siempre pensaba en cómo las habría juzgado su maestro y mentor puertorriqueño Rafael Hernández. En efecto, en la mayoría de los casos, sus canciones eran escritas y en seguida archivadas en gavetas y carpetas. Años después -hasta 15, como sucedió con La luna de Barranquilla-, buscando cualquier día entre esos viejos papeles amarillos, las volvía a leer y, habiendo encontrado algo interesante en ellas, las sometía a una implacable corrección, hasta quedar satisfecha. "Quiero que cuando me vaya -dijo en 1998- recuerden que fui un ser terriblemente exigente conmigo misma. Por eso tal vez mis canciones han logrado calar, quedarse en el corazón y en el alma de todos ustedes y de mucha gente del exterior". Por eso también, sin duda, muchas de esas canciones, despojadas de su música, resisten ser leídas como poemas y nunca dejan de recompensarnos con unos versos brillantes. En su libro Poesía en la canción popular latinoamericana, Darío Jaramillo Agudelo habla de letras que no son solo para oír, sino también para ver. Las de Esthercita Forero pertenecen a esta última clase: La luna de Barranquilla, La mojana, Mi vieja Barranquilla, Barranquilla en diciembre y Volvió Juanita ("con una maleta cargada de lejanía" y con su "pollera pintada de pájaros y colores / de amores y de canciones", esa Juanita, a quien "alegría y aguardiente le resbalaban por las caderas"). ¿Por qué la novia? Excepto La mojana (de la que el Ballet Folclórico de Sonia Osorio hizo un montaje en 1962 y que después volvió a sonar por el mundo en la voz de Totó la Momposina), todas las canciones que acabamos de citar -junto con otras como Los barcos del Magdalena, Tierra barranquillera y El caño de la Ahuyama- poetizan el entrañable amor de Esthercita por su ciudad nativa y evocan costumbres, leyendas, árboles, aromas, atmósferas y lugares de esta. Con ese repertorio, logró crear una mitología de la capital del Atlántico, la transpuso a un ámbito poético, la convirtió en un lugar que, más allá de su correlato real, tiene su propia y autónoma existencia imaginaria. No por nada es y será por siempre la novia de Barranquilla. JOAQUÍN MATTOS OMAR ESPECIAL PARA EL TIEMPO

Publicación
eltiempo.com
Sección
Cultura y entretenimiento
Fecha de publicación
8 de junio de 2011
Autor
JOAQUÍN MATTOS OMAR

¿QUÉ HAY SOBRE LITERATURA EN 2011? Germán Vargas Cantillo

Germán Vargas Cantillo, el hombre que leyó todos los libros
Conmemoración de los 20 años de su muerte.

Literatura, amigos entrañables y una enamorada a la que le presentó la obra y los secretos de 'Gabo', rodearon la figura de Germán Vargas Cantillo, uno de los fundadores de La Cueva. Era su destino. Su padre, liberal, se salvó de la sangrienta batalla de Palonegro, durante la Guerra de los Mil Días, al huir hacia Barranquilla. El lugar que se convertiría en su hogar. El lugar en el que eligió ser feliz y al que regresó para rematar la vida. ¿Qué habría sido de Germán Vargas Cantillo sin Barranquilla? Quizá no se habrían conocido nunca los genios y las risas de Álvaro Cepeda Samudio, Alfonso Fuenmayor, Gabriel García Márquez y él mismo, el otro de estos cómplices mosqueteros. Y nunca se habría creado un mito alrededor de La Cueva. Ni habría nacido un grupo de amigos parranderos que, además, fueron todos creadores. Este 25 de mayo se cumplieron dos décadas de la muerte de este periodista que lo sabía todo sobre los libros. Pero no hubo ni lágrimas, ni misa, ni nostalgia. Hubo champaña. Supo vivir. Y sí que vivió. E intuyó. Fue el primero en recibir el manuscrito. No podía creer lo que estaba pasando ante sus ojos. "Gabriel García Márquez, a los 40 años, está corrigiendo las pruebas de una novela de 490 páginas, que este año dará mucho de qué hablar. Hay razones suficientes para creer que Cien años de soledad -tal es el título-, será la mejor novela colombiana escrita en el último cuarto de siglo y, desde luego, la mejor del autor", escribió Germán Vargas. Y acertó. Desde que leyó los cuentos publicados en el Magazín de El Espectador por ese muchachito inquieto, supo que allí había algo. Lo reseñó en su columna de libros, lo mismo que Cepeda, y a la sala de redacción de El Nacional de Barranquilla fue a parar el futuro Nobel, dispuesto a saber quiénes eran los autores de tan elogiosos comentarios al principiante. Allí mismo nació una gran amistad que solo separó la muerte. El delirio de la cultura Vargas solo le llevaba tres años a 'Gabo', pero su refinado paladar, alimentado vorazmente por los clásicos franceses (leyó los siete tomos de En busca del tiempo perdido de Proust en una semana), la literatura contemporánea estadounidense (Hemingway, Saroyan, Faulkner...) y una temprana mirada a lo que se estaba escribiendo al sur (Cortázar se sorprendió de que lo citaran en Colombia, mientras en su país casi no reparaban en él) le daba pistas para saber que allí había un mundo muy lejos del costumbrismo, al que se había acomodado la literatura colombiana. "García Márquez, al transformar a Aracataca en Macondo, ha hecho algo similar a lo que hizo William Faulkner al dar el nombre de Jefferson a su ciudad de Oxford", escribió en el 62. Su columna diaria en El Heraldo celebraba la vida. Su nombre: 'Un día más'. Allí, se veía que su olfato para encontrar el talento en otros no solo lo alimentaron los libros, sino la vida misma. Una vida que empezó temprano a enfrentarse al mundo. A los 17 narró prácticamente en vivo y en directo la Guerra Civil Española a través de la emisora La voz de Barranquilla. Y tomó partido, siempre, por la libertad. La vida pública lo acompañó por décadas (Alberto Lleras lo nombró secretario del Partido Liberal en Atlántico, fue asistente de los ministerios de Minas y Comunicaciones, director de la Radiodifusora Nacional de Colombia y de Inravisión), pero la verdadera pasión de la que nunca se desligó fue la cultura (en el periódico Encuentro Liberal, editado por Plinio Apuleyo Mendoza, era jefe de redacción y editor cultural). De su mano, llegaron el arte, las fiestas, los amigos. ¿Cómo no encantarse? En las parrandas, unas en Bogotá, otras en Barranquilla, Enrique Grau se disfrazaba de Santa Rosa de Lima y Cecilia Porras lo acompañaba cantando, Alejandro Obregón dejaba pinceladas memorables en plena juerga, Juan Antonio Roda traía el mundo con su genio sarcástico, Hernán Díaz hacía mímica que ponía a delirar a cualquiera, Rafael Moure daba lecciones de charleston y Manuel Mejía Vallejo, simplemente, decidía quedarse durante tres días en casa de Germán porque decía que esa cantina estaba muy buena. Eran charlas inteligentes con sabor a ron. Esta generación de artistas estaba haciendo historia y aún no lo sabía. 'Con esa pelá me caso' Su amor tuvo nombre propio. Susie Linares. Rebautizada por Germán, claro está. Era una niña del Country Club, recién graduada de La Presentación y con planes de casarse. Tenía 18 años, Germán, 35. Era 1954 y su mamá la obligó a ir a la Gobernación del Atlántico para cumplir un trabajo que le había conseguido. Sabía mecanografía y taquigrafía -poco más de nada-, (esas eran las clases donde las monjas, a quienes les parecía vulgar enseñar algo como El Quijote), pero el asistente del Contralor la iba a entrevistar. Era Germán. "Yo lo vi y dije 'esto no puede ser'", cuenta Susie, feliz a sus 75 años. Confiesa que le temblaban las rodillas y no podía quitar la vista de sus ojos azules verdosos (esos que Obregón dijo no poder pintar y por eso lo retrató con la mirada baja). Él se levantó y fue a la oficina de su jefe con una certeza en la mano: "Con esa pelá me voy a casar". Adiós la prima hermana que estaba en lista. "Mi familia no lo podía creer, mis amigas tampoco. ¿Cómo me iba a meter con ese grupo, con esa fama de locos que tenían, ateos, borrachos, sinvergüenzas?", dice Susie, riéndose. Fue lo mejor que pudo haber hecho. "Se me abrió un mundo con Germán". Y sí. De repente, el cine mexicano en el teatro destapado y al que se le podía pedir al proyeccionista repetición de escena, se volvió el pan de cada día. Y de Mujercitas, su máxima aproximación a la literatura, pasó, sin presiones ni humillaciones, a Françoise Sagan ("¡Te van a pervertir!", le reclamaba su entorno), a Stefan Sweig, a Salinger, a Dos Passos. "Ella tenía que saber a qué se referían los amigotes si hablaban de El oso de Faulkner", cuenta Mauricio, su hijo menor. Tan pronto se casaron, en 1956, y con Susie aprobada por los miembros de La Cueva, ella le dijo a Germán que la llevara a un burdel para ver qué era eso. La segunda petición: ir a bailar a un salón popular, de esos donde los amantes se encontraban escondidos detrás de las máscaras. Deseos satisfechos. Le enseñó de libertad, esa que hoy, tantos años después de muerto él, le ha permitido disfrutar cada uno de sus días. Y recordarlo con amor, más que con nostalgia. Germán Vargas fue un tipo generoso. Todos coinciden en ello. Heriberto Fiorillo, entre ellos. Este costeño, la memoria viva de La Cueva, le ha dedicado años y letras a volver de carne y hueso las vidas de sus fundadores. "De Germán me gusta recordar que prefería reseñar lo que le gustaba en lugar de irse en contra de alguien", dice Fiorillo. "Pensaba que todo autor tiene derecho a recibir un comentario sobre su primer libro. Que el segundo, se lo concedía el público", agrega Mauricio. Y fue un mecenas. "El más pobre del país", dice riendo su hijo. "Él hizo la colecta para mandarle a Gabo esos cien dólares que necesitaba tanto, cuando estaba en París. Le llegaron escondidos con una postal", sigue Fiorillo. Nunca le negó la lectura a un cuento o una novela en concurso. Si eran 400, 400 leía. Precisamente por ello, por dejar listo el fallo de un concurso de novela, en mayo de 1991, no salió de viaje con Susie a Nueva York. Nunca llegó al encuentro. No buscó la gloria. Incluso la quemó. Los cuentos que escribió nunca le parecieron dignos, así que los destruyó. Cerrando su vida, intuitivo como era, quemó una a una las cartas de su pasado: la remisión de Cien años de Soledad, las palabras que recibió de Galeano, de Cepeda, de Ángel Rama, de Raymond Williams. Gabo, contrariado al enterarse de esto cuando escribía sus memorias, después de la rabia lo dijo todo: "Era un tipo serio. Ahí está pintado". Dominique Rodríguez Dalvard Redactora de EL TIEMPO

Publicación: Eltiempo.com
Sección :Cultura y entretenimiento
Fecha de publicación: 30 de mayo de 2011
Autor
Dominique Rodríguez Dalvard Redactora de EL TIEMPO

PARA LOS BUENOS LECTORES, SAMPER PIZANO LES HABLA AL OÍDO

1867: un año maravilloso para la literatura colombiana
Un siglo antes de que se publicara Cien años de soledad hubo obras capitales de la cultura nacional.

Los historiadores, los académicos y los vendedores de libros consideran que 1967 es el año estelar de la literatura colombiana. En esa fecha, más exactamente el 26 de abril, salió a la venta la novela que muchos califican por debajo solo del Quijote: Cien años de soledad. El IV Congreso de la Lengua se realizó en Cartagena hace cuatro años, justamente para rendir un inolvidable homenaje a Gabriel García Márquez. Del techo del Centro de Convenciones cayeron miles de papelitos amarillos en forma de mariposa y cientos de invitados prodigaron una prolongada ovación de pie al escritor, cuando llegó enfundado en su guayabera caribe. No hubo fiestas, sin embargo, ese mismo año para la única fecha capaz de disputar honores en nuestra literatura a la novela cenital de Gabo. Ocurre que exactamente cien años antes de ella, en 1867, se produjo en nuestra letras una conjunción sin precedentes y sin repeticiones: en el mismo calendario se publicaron María, la más importante novela romántica escrita en castellano; la Historia de la literatura en Nueva Granada, primer intento por recopilar, analizar y ordenar el pasado literario de Colombia; y una Gramática latina para uso de los que hablan castellano escrita en Bogotá por dos jóvenes cachacos, que se convirtió en texto de la lengua romana en numerosos países de lengua hispana y en un clásico de la filología en español. Como si fuera poco, comenzó a imprimirse uno de los tratados capitales de la lingüística en nuestro idioma: las Apuntaciones críticas sobre el lenguaje bogotano. Cuatro obras indispensables de la literatura nacional, cuatro obras memorables de la literatura en lengua española, ven la luz en el curso de pocos meses; sus cuatro autores figuran en la lista de colombianos ilustres de todos los tiempos. Todos ellos son amigos entre sí; algunos contribuyen a fundar la Academia Colombiana de la Lengua y a dos (Caro y Vergara) los elige académicos correspondientes la Real Academia española. Curiosamente, las páginas de María reúnen a tres de los autores y la política acaba distrayéndolos a casi todos. Los escritores tienen menos de 36 años. El mayor, con esa edad, es el bogotano José María Vergara y Vergara (1831-1872), que ha empleado largas horas de sus últimos 30 años en rebuscar manuscritos e indagar por poetas y cronistas que le permitan construir una primera aproximación a la literatura colombiana. Le sigue Jorge Isaacs (1837-1895), el caleño que, al imprimirse María, acaba de cumplir los 30 años. A más de un lustro de distancia se encuentran otros dos santafereños: Miguel Antonio Caro (1843-1909) y Rufino José Cuervo (1844-1911), antiguos condiscípulos, que tienen 24 y 23 años cuando publican su Gramática latina. Sorprende que esta camada de sardinos hubiera producido a tan corta edad, sin electricidad, computador ni internet, obras tan sólidas y perdurables. Gabo era mayor que todos ellos al aparecer Cien años de soledad: tenía tres años más que Vergara y 16 más que Cuervo. Sobre este ramillete (para usar un término adecuado a la época) comentó Víctor Eduardo Caro, hijo de don Miguel Antonio, hacia 1935: "Después han visto la luz en nuestra tierra muchas novelas, historias y gramáticas. Sin embargo, en medio de la valiosa producción moderna, aquellos viejos libros, cuyas primeras ediciones empiezan a ser una curiosidad bibliográfica, conservan aún, cada uno en su género, su primitivo prestigio, y siguen leyéndose con deleite o estudiándose con fruto". Amores a la colombiana María, novela de las que llaman "de amor y dolor", tuvo éxito inmediato. En 1946, al hacer un recuento de los caminos que había tomado la obra de Jorge Isaacs, don Antonio Gómez Restrepo escribió: "Es el libro colombiano más difundido en el mundo; muchas veces reimpreso en Colombia y en otros países de habla española. Se ha traducido a varios idiomas." Una de las versiones apareció en España a modo de folletín, el tatarabuelo de la telenovela, y en 1991 se convirtió por fin en culebrón, con guiones nada menos que de García Márquez, uno de los grandes hinchas de la casta novela. La historia de Efraín y María en la hacienda vallecaucana de El Paraíso también ha sido llevada al cine varias veces y es famosa la escultura caleña que muestra a los dos jóvenes novios en amoroso y púdico trance. Isaacs había llegado a Bogotá en 1866 tras una desigual carrera política como liberal radical y militar. Su primera intención era proponer a Vergara y Vergara un negocio de papeles, pero cargaba en las maletas un puñado de versos y el original de la María. A solicitud de don Chepe leyó sus poemas a los intelectuales bogotanos, y estos quedaron tan impresionados que suscribieron un documento de felicitación. El provinciano don Jorge cogió confianza y pidió a Caro y Vergara que le echaran una mirada a cierto mamotreto en prosa que traía consigo. Era María. Todo indica que los dos cachacos revisaron el original y metieron mano en las tiras de imprenta. "En la casa de (Caro) se revisaron y corrigieron, entre Isaacs y Caro, las pruebas de la inmortal novela", dice con Víctor. También ayudó Vergara y Vergara con los originales. Según Carlos Martínez Silva, "Algunos de los amigos del señor Isaacs entonces, le ayudaron con el mayor interés a corregir los manuscritos. Vergara era el más entusiasta". La novela no defraudó su entusiasmo y le descuajó muchas lágrimas, como a casi todos los que la leímos en la edad primera. Con María "cunde por América y España el gran consuelo de llorar", diagnosticó el ensayista mexicano Alfonso Reyes. Casi siglo y medio después, María sigue siendo uno de los libros imprescindibles de nuestra literatura. Lo dice, desde una perspectiva moderna, el crítico Eduardo Camacho Guizado: "Es una novela romántica. Sin embargo, es una obra profundamente colombiana... María toco fibras vitales del hombre colombiano de la época: sus sentimientos y su paisaje. Es, aunque parezca paradójico, una obra realista que refleja con fidelidad un momento histórico concreto. Los colombianos vieron en la novela de Isaacs la comprobación de que su sentir y su ámbito vital podían adquirir universalidad". Para aprender latín No ha tenido la misma perdurabilidad otra de las obras capitales que se publicaron en aquel año maravilloso de 1867. La Gramática latina, escrita por Caro y Cuervo cuando aun les despuntaba la barba. El tratado fue texto escolar de fama internacional durante muchos años pero, con el abandono del latín, se convirtió en una obra de museo. Los dos jóvenes bogotanos habían aprendido latín y griego por su cuenta, pues el libro de Antonio de Nebrija, publicado 350 años antes, era "nefasto" por su poca claridad y su desorden, según lo confesó años después Cuervo a algunos colegas en París. Pero ya graduados y dedicados a enseñar humanidades en colegios de Bogotá, don Miguel Antonio y don Rufino Jota decidieron que había llegado el momento de escribir un texto que resultase útil, claro y sólido para los estudiantes. Caro estaba particularmente molesto por la pobreza del texto que se empleaba en las clases de latín en Colombia. Hay que tener en cuenta que balbuceaba el latín desde niño y, siendo adolescente, charlaba a veces con su abuelo como lo habrían hecho los romanos dos mil años antes. Podría decirse que, en casa de los Caro, era una lengua doméstica: su abuelo, el eminente doctor Miguel Tobar, que educó a los nietos por ausencia del padre, poco antes de morir se confesó en latín. Explicó que se sentía más cómodo expresándose en esa lengua y, además, la servidumbre no se enteraba de sus pecados, pues "solo" hablaba español. En 1864 empiezan a estructurar el libro Caro y Cuervo y el 20 de enero de 1867 obtienen el privilegio de publicación (primitivos derechos de autor) concedido por la Presidencia. La obra sale a la venta como Gramática latina para uso de los que hablan castellano, tiene 250 páginas y consta de dos partes: la analogía, que corre por cuenta de Cuervo, y la gramática propiamente tal, de la que se encarga Caro. Con poca modestia, su hijo anota: "Esta, aunque me pese decirlo, es la parte original y nueva de aquel texto tantas veces impreso". Según el historiador Enrique Santos Molano, "en alas de la Gramática latina, Miguel Antonio Caro y Rufino José Cuervo se elevaron como las figuras más prominentes de la joven inteligencia colombiana y fueron mirados con respeto aun por personas mayores". Agrega Santos: "En los siguientes cuarenta años, su Gramática fue el texto preferido para la enseñanza del latín en Colombia y en los países iberoamericanos, incluido España". El desaparecido filólogo colombiano Fernando Antonio Martínez señaló que la Real Academia Española consideró como "magistral" este texto y dijo de él que era el mejor de su género en castellano. Terminada la obra conjunta, cada uno emprendió su propio camino. Cuervo se dedicó, sobre todo, a la filología castellana, al celibato, a vender cerveza y a rezar, pues era sumamente camandulero y beato. Y Caro, que nunca salió de Cundinamarca, a las lenguas muertas. En su libro sobre El latín en Colombia (1949), José Manuel Rivas Sacconi hace un resumen de los trabajos de don Miguel Antonio en esa lengua: "En 1861, a los18 años de edad, emprendió 'con los bríos de la primera juventud y la leche de la retórica', según dice él mismo, la traducción del segundo libro de la Eneída... Ocho años después se aplicó de lleno a interpretar a Virgilio. Principió su trabajo en agosto de 1869 y lo terminó, tras tesonero empeño, en julio de 1875. En 1873 dio a luz dos tomos con la versión de las Églogas, de las Geórgicas y de los seis primeros libros de la Eneída, y en 1876 otro con los seis libros restantes". Como si viviera días de 72 horas, Caro mezcló su intensa actividad humanística con la política conservadora. Durante seis años (1892-1898) ejerció activamente el poder como vicepresidente. Fuera de eso escribió ensayos y poemas (no necesariamente buenos), se carteó con numerosos personajes y fue epicentro intelectual de Bogotá. Dicen que era un tipo antipático y de hígado envenenado. Pero su yerno, Tomás Rueda Vargas, tiene un recuerdo muy distinto. Lo describe como "un ser muy humano, fuerte, alegre, más alegre que juguetón, y que sabía reír como a pocos hombres he visto reír". Le gustaban, además, los chistes subidos de tono. Preferentemente en latín, eso sí. ¿Tres siglos de ignorancia? Otro personaje colombiano del siglo XIX que desperdició años valiosos en la política fue José María Vergara y Vergara. Después de algunos retozos como joven conservador en Popayán y Bogotá, su tierra natal, se asentó en la capital y se consagró a las letras mediante la publicación de periódicos como La Siesta y El Mosaico. No pudo hacerlo en forma constante porque las armas y la política lo sacaron de base en repetidas ocasiones. A esto se sumó su escasa habilidad comercial, que lo condujo a perder su biblioteca y su preciada hacienda de Casablanca, aún en pie hoy en la carretera central de occidente. Robando tiempo a la pólvora, el Congreso y los malos negocios, Vergara se dedicó a la aventura de buscar y atesorar textos literarios desde los primeros tiempos de la historia colombiana. "Nadie, hasta ahora, se había tomado el trabajo de hacer el inventario de la riqueza intelectual de nuestro país", afirma Manuel Ancízar. Hacerlo no parecía labor fácil. En 1867 apenas había 17 bibliotecas públicas en toda la América Latina. Los estudios históricos eran pocos: Vergara reseña solo tres, a los que agrega cinco memorias de contemporáneos suyos. Pero si resultaban pobres los anales políticos, la historia literaria era sencillamente miserable. Cuando se publicó, en tiempos de don José María, la Historia de la Nueva Granada desde la conquista hasta 1810, escrita por José Antonio de Plaza, esta fue la sentencia del autor acerca de las letras prerrepublicanas: "La historia literaria de este país hasta 1800 no presenta un solo rasgo característico nacional, ni un sabio de quien gloriarnos". Su lectura fue un acicate para Vergara y Vergara: "Aquella negativa era tan absoluta, que me convenció de que no podía ser cierta". Redoblada su voluntad, y decidido a demostrar que era falso aquello de los "tres siglos de ignorancia", don Chepe contactó a otros intelectuales que habían formado sus propias colecciones de obras literarias pretéritas. Sumaron conquistas Ezequiel Uricoechea, José María Quijano Otero y el hacendado de Casablanca, y del agregado emanó una convicción: la de que "antes de 1810 había existido aquí un movimiento literario digno de mención y de aplauso". Durante 16 años se dedicó Vergara y Vergara a recoger materiales y organizarlos para probar que sí existía una literatura nacional. El tratado quería ser una modesta memoria, pero el proyecto creció en envergadura y se convirtió en una señora Historia de la literatura en Nueva Granada en cuatro tomos. Quiso empezar su publicación en 1861 en alguna revista cultural, y lo intentó de nuevo en 1865, pero las circunstancias partidistas se lo impidieron. Finalmente, la primera historia literaria local publicada en América llegó a manos de los lectores. La precedía un prólogo del autor cuya data era el 20 de julio de 1867. Apuntes cachacos y universales En 1867, cuando se publican María, la Gramática latina y la Historia de la Literatura en Nueva Granada, don Rufino José Cuervo terminaba los primeros capítulos de sus Apuntaciones críticas sobre el lenguaje bogotano. El proyecto del joven filólogo santafereño anunciaba que esa publicación inicial debía darse a conocer a fines del año. Llevaba cinco dedicados a una obra que, según Alfredo Iriarte, no se limita a las peculiaridades del habla cachaca. Las Apuntaciones -escribió Iriarte hace once años-, "son un tratado de alcance totalizador dentro del territorio de la lengua, que es, sin duda posible, uno de los textos de consulta más valiosos con que pueda contar cualquier hispanohablante". Siguiendo la agenda trazada, Cuervo entregó en octubre de 1867 el primer original del manuscrito al impresor Arnulfo Guarín. Pero entonces lo acometieron vacilaciones imprevistas, presiones insoportables de la vieja escuela filológica, escasez de fondos, escrúpulos del editor por las críticas que formulaba Cuervo y otros motivos "penosos de recordar". El caso es que, según relata Santos Molano, Cuervo se vio obligado a introducir numerosos cambios y glosas, hasta el punto de que "la primera edición de las Apuntaciones duró de 1867 a 1872." Fue preciso, pues, esperar hasta el 1º. de septiembre de ese año para que por fin visitara las librerías y las ventas por suscripción esta obra maestra de 527 páginas donde uno aprende, por ejemplo, que "hacer el fo", "dar cantaleta" y "turulato" no son expresiones inventadas por la generación del bluyín y ya se usaban hace siglo y medio. Si los planes iniciales de Cuervo se hubieran cumplido. Es decir, si las Apuntaciones hubieran salido a la luz en 1867, la moñona literaria habría sido monumental. De todos modos, nadie podrá negarle al año 1867 su trascendencia en el almanaque de nuestra historia literaria, solo superado cien años de relativa soledad después.

Por Daniel Samper Pizano

Publicación: eltiempo.com
Sección
Cultura y entretenimiento
Fecha de publicación
15 de abril de 2011
Autor
Daniel Samper Pizano

QUÉ HAY SOBRE LITERATURA EN 2011? Margarita Robleda, escritora mejicana

Margarita Robleda es la doctora en cosquillas y besos de rana
Es autora de cuentos infantiles y estuvo de visita en Colombia.

Margarita Robleda se presenta como "doctora en cosquillas verbales y besos de rana... Croac". Así, abre la puerta de su mundo de poemas, cuentos, adivinanzas y rapeos. Estuvo en nuestro país para el Hay Festival y espera regresar pronto, para lanzar una serie de cuentos en la Feria del Libro. "Soy licenciada porque tengo licencia de Dios para vivir y licencia para manejar y Atrevida Robleda Moguel es mi nombre verdadero". ¿Por qué 'Atrevida'? Me atrevo a jugar con las palabras, a escribir. Mi vocación es hacer lagartijas a las neuronas y cosquillas al corazón, zurcir la esperanza. ¿Cómo descubrió la vocación? La vida es como un rally. Te vas enterando en la siguiente pista. El año pasado empecé a trabajar con jóvenes. Me abrí a otro mundo, pasé de los juegos de los niños a otro nivel. Puedo hablar con los otros, cosa no tan sencilla. Paso por la calle saludando. Creo que es revolucionario decir 'buenos días', porque la gente pasa por la calle sintiéndose invisible. Ha publicado muchos libros... En Colombia, está Fiesta de fantasmas: A los niños les gustan los cuentos de terror. Me da terror el terror, así que hice un cuento de humor negro. Juego con las palabras para que no les quede esa angustia. Mucha de la falta de esperanza que viven los niños es producto de que nos oyen quejarnos todo el tiempo. ¿Por qué no hablar de las cosas lindas? Decir: "¡Qué rico, hay sopa!" La ventaja de ser alto es que desde lejos veo el desfile, la de ser chaparrito es que si me caigo me duele menos. ¿Qué mensajes transmite? No escribo cuentos para transmitir mensajes. Sería manejar el cuento y nunca sé por dónde me va a llevar. De pronto está el de un punto y una coma que se encuentran en la mitad de una página y dice el puntito: "Qué ser tan extraño, ¿cómo podría describirlo?". Y dice la coma: "Mira qué cosa tan rara, qué redondo, no sabe dónde comienza ni donde finaliza". ¿De dónde sale un cuento así? Te pones a jugar y empieza. Tengo un libro para aprender a ver. Los cuentos están alrededor: "¿Quién vive en la casa de Pita? Un tenedor que se muere de ganas de probar la sopa". Mi trabajo es saber ver los cuentos. Pensar en una raya tan cansada de sentirse raya que soñaba con ser círculo. ¿Tiene hijos? No. Con el tiempo descubrí que tengo vocación de tía. Y fíjate que los padres no se preguntan si tienen esa vocación y veo muchos niños tristes. Alimenta sus historias de observar a los chicos... Traduzco la realidad, no la niego. Tengo un sobrino nieto de 4 años, que hace muchas preguntas. Vió un crucifijo y quedó aterrado: "¿A este qué le pasó?" ¿Cómo le dices a un niño de 4 años que él murió por sus pecados? Las preguntas me han fascinado, porque me obligan a escribir buscando una manera de explicarles. Y no sé en Colombia, pero a los niños en México muchas veces no les dejan preguntar. Autora prolífica escritora de cuentos Margarita Robleda nació en Mérida (México) en 1950. Comenzó creando canciones de protesta y a la edad de 20 años, como maestra voluntaria en un colegio de la Sierra Tarahumara, descubrió su vocación para comunicarse con los niños . Hoy cuenta con 110 libros publicados en México, Estados Unidos y, desde luego, Colombia. Lanza serie en la Feria del libro Robleda tiene "en el horno" una serie que surgió a raíz de la pregunta que le hizo una amiga sobre cómo hablarle del divorcio a su hijo pequeño. Son cuatro libros centrados en la familia de un osito. LILIANA MARTÍNEZ POLO CULTURA Y ENTRETENIMIENTO

Publicación
eltiempo.com
Sección
Cultura y entretenimiento
Fecha de publicación
12 de febrero de 2011
Autor
LILIANA MARTÍNEZ POLO

¿QUÉ HAY SOBRE LITERATURA EN 2011? umberto Eco

UMBERTO ECO

Publicado por " El tiempo "periódico nacional de Colombia
La 'sinfonía maligna' de Umberto Eco
El escritor italiano regresó con una novela, 'El cementerio de Praga', en la que nadie se salva.

Cuenta Umberto Eco cómo a los nueve años fue un gran autor de obras inacabadas . Comenzaba siempre por buscar un título estilo Emilio Salgari.Luego ponía el nombre de la editorial y, en letra de molde, continuaba escribiendo algunas páginas antes de incluir una ilustración, como en las novelas de aventuras. Al cabo de un rato, la exigencia de las ilustraciones, la letra de molde y la imposibilidad de hacer la menor corrección sobre el manuscrito definitivo lo dejaban exhausto y lo obligaban a abandonar el proyecto. Casi 40 años más tarde, siendo ya un destacado doctor en filosofía y letras , prestigioso semiólogo, comunicador y crítico literario, Eco pasa cerca de dos años de su vida dibujando abadías, diagramas, secuencias temporales, fichas, retratos de personajes y mapas de lugares, para construir un mundo propio. Empieza a escribir sólo en el momento de tener ese universo milimétricamente construido y poder moverse dentro de él como pez en el agua. ¿De dónde nace El nombre de la rosa? Según el autor, de una imagen: un monje muere en una biblioteca. Alrededor de ella habrá de construirlo todo. Treinta años más tarde se publica su sexta novela, El cementerio de Praga (2010), tercer puesto en ventas en Colombia. Esto sin mencionar sus ensayos sobre arte, literatura, lingüística, filosofía y cultura contemporánea, obras todas que lo sitúan como uno de los intelectuales más destacados de nuestro tiempo. ¿Qué es lo que fascina de Eco? ¿Por qué sus novelas se convierten en un fenómeno internacional? La erudición parece acercarle a lo simple. Su sapiencia no lo aleja de ese niño devorador de novelas de aventuras que una vez fue, al contrario, le muestra el camino como narrador para sorprender a otros como se sorprendiera en su niñez. Para lograrlo, ha de ser un narrador tan cuidadoso y hábil que sepa instalar al lector cómodamente en la Edad Media, en las calles parisinas de finales del siglo XIX, o bien, en una isla desértica. En El nombre de la rosa, quiso incluir un plano de la abadía para que sus lectores pudieran conocer los recovecos al igual que él. En cambio, en La isla del día de antes, conoció la isla a la perfección, pero esta vez para saber cómo desorientar al lector a su antojo. Sus obras se asemejan a catedrales, donde la masividad está cargada de detalles, muchos de ellos, imperceptibles para el lector desprevenido. Sin embargo, son tantos los niveles de lectura desde la historia, la política, la filosofía o la lingüística, que descifrar las referencias ocultas en sus novelas, las influencias y los guiños eruditos que hace el autor resultará estimulante aun para el más estudioso de los lectores. Y esta es quizá la magia de Eco: sus novelas, al tiempo que son obras de la minucia, donde la trama se cuece a fuego lento y el realismo nos plantea una verdad indiscutible, son también obras abiertas, plurales, capaces de proponer una lectura particular a la medida de cada lector. 'El cementerio de Praga' El capitán Simonini, un hombre de 67 años, escribe sus memorias en una habitación abarrotada de muebles. Su ocupación es la de falsificar documentos históricos a favor del mejor postor. Mercenario de la historia, vende "verdades" a los jesuitas, masones, carbonarios, servicios secretos o a cualquiera que tenga el dinero. Este oficio lo combina con su absoluta idolatría por la comida , donde nunca falta el ragú de carnero, el conejo, el buey, el puré de guisantes, entre otros. Este misógino es también un lector consagrado de Dumas y Sue . Basándose en las novelas que devora, Simonini construye tramas y teje intrigas que cambiarán el panorama político europeo. Sus servicios para el gobierno italiano, Francia, Prusia e incluso para los antisemitas tendrán los efectos más sorprendentes sobre la realidad. Desfilan por la novela infinidad de personajes como Garibaldi, Bonaparte, Freud (Froïde), Proust y Dumas. A excepción del protagonista, no hay personajes ficticios. El argumento se basa en una serie de documentos, quizá los más detestados de la historia reciente, tomados de los protocolos de los sabios ancianos de Sión, para reconstruir el origen del antisemitismo desde el siglo XIX hasta Hitler. La trama resulta perversa al tratar con sorna un tema que ha sido históricamente sensible. Eco ha puesto el dedo en la llaga, ganándose la antipatía tanto de la comunidad judía como de la Iglesia Católica. En la novela no hay quien se salve. De los alemanes dice que "viven en un estado de perpetuo embarazo intestinal debido al exceso de cerveza y a esas salchichas de cerdo con las que se atiborran". De los franceses, que son "perezosos, estafadores, rencorosos, celosos, orgullosos más allá de todo límite", y los italianos son "viles y traidores". Pero de todos, son los judíos los que llevan la peor parte. Escrita a manera folletinesca, la obra experimenta cuanto quiere en una colcha de retazos que puede ser tildada de posmoderna, pero que posiblemente va más allá para proponer un nuevo modelo de novela histórica, transgresora, múltiple, capaz de dejar incómodo a todo el mundo; que, como él mismo ha dicho, habrá de ser tomada en serio por muchos que no conocen los sucesos de esa época, y así habrá ganado millones de nuevos lectores en busca de verdades ocultas, al mejor estilo de Dan Brown. Para otros lectores, será una historia donde los sucesos históricos y la ficción tienen una relación peligrosamente estrecha o donde los sucesos del siglo XIX se parecen extrañamente a los del XXI. La trama, basada en la falsificación de documentos, hace pensar en las recientes filtraciones de WikiLeaks. Por otro lado, Umberto Eco dijo de Simonini que es un personaje "tan detestable como Berluscon i". El autor dijo al Vaticano que gracias a la censura, donde se tilda a su novela de "sinfonía maligna", logró vender 600.000 ejemplares en Italia en un mes. A sus 78 años, Eco tiene la agudeza, lucidez y sentido del humor más afilados que nunca. El maestro vuelve a sorprendernos con una novela abierta a millones de lecturas posibles, cada una a la medida del lector que la toma entre sus manos. Eco sabe poner el dedo en la llaga La trama de esta novela resulta perversa, al tratar con sorna un tema que ha sido históricamente sensible. Eco ha puesto el dedo en la llaga, ganándose la antipatía tanto de la comunidad judía como de la Iglesia Católica. MELBA ESCOBAR ESPECIAL PARA EL TIEMPO

Publicación
eltiempo.com
Sección
Cultura y entretenimiento
Fecha de publicación
21 de enero de 2011
Autor
MELBA ESCOBAR

CELEBRACIÓN DEL DÍA DE LA PAZ

CON MOTIVO DE LA CELEBRACIÓN DEL DÍA DE LA PAZ EN COLOMBIA, el poeta JOSÉ ATUESTA MINDIOLA publica un nuevo poema

CAMINEMOS POR LA PAZ

Por mi país voy caminando

y camino por la paz,

que la violencia no más

al pueblo esté socavando;

los violentos asesinando

en salvaje decisión,

el secuestro es combustión

que carboniza la vida;

también mi patria querida

se muere de corrupción.



JOSE ATUESTA MINDIOLA

"PROYECTO DE VIDA" propuesta para la Universidad Tecnológica de Bolívar- UTB

Esta propuesta fue presentada a la Universidad Tecnológica de Bolívar, por los docentes de la Institución Educativa Técnico Industrial "INSTPECAM" de la ciudad de Valledupar:

CECILIA MARÍA JINETTE DE LA ROSA
EMILSE HEILBRON DE LA ROSA
CARLOS ESCOBAR


PRESENTACIÓN DE LA PROPUESTA

Nombre de la Institución:

Institución Educativa técnico industrial Pedro Castro Monsalvo

Ciudad: Valledupar

Municipio: Valledupar


Integrantes:
Cecilia María Jinette De la Rosa

Emilse Heilbron De la Rosa

Carlos Escobar

Área Disciplinar:
Etica y Valores


Análisis:

A continuación defina la problemática:


Los estudiantes de once grado 11° de la Institución Educativa Técnica Industrial Pedro Castro Monsalvo, al culminar sus estudios de Media vocacional, no tienen metas claras con relación a la vocación y/o la profesión a seguir en un futuro cercano, porque los estudiantes de 11° en un alto porcentaje, salen sin un futuro definido, muy desorientado para sentirse útiles en la vida, para prestar un servicio a la comunidad. Los estudiantes sienten miedo al cambio.


Formulación de Metas y Objetivos:


A continuación formule una meta u objetivo que determine el alcance del OA:


Se hace necesario que el alumno formule mas su proyecto de vida, con un estilo propio, con organización y disciplina, ejercitando la voluntad. La responsabilidad, actuando con madurez y ciertos principios, para encontrar la paz y la felicidad para transcender en lo humano.
Elaborar un proyecto de vida a mediano plazo teniendo en cuenta las herramientas que le brindaron a lo largo del año para que pueda visualizarse en un futuro cercano, y así cumplir la tarea fundamental del ser humano de cada día ser mejor.
Aplicar estrategias que contribuyan a la humanización mediante un proceso recíproco.
Programar su vida con metas alcanzables a corto plazo ejerciendo un auto- control y un alto nivel de autoestima para que lo impulsen a cumplir sus sueños.


Planeación y Diseño

Describa el grupo de trabajo de manera que asigne diferentes roles a cada miembro

del grupo:


Experto:
Cecilia María Jinette De la Rosa

Diseñador:
Cecilia María Jinette De la Rosa

Asesor Pedagógico:
Emilse Heilbron De la Rosa

Informático:
Emilse Heilbron De la Rosa

Comunicador:
Cecilia María Jinette De la Rosa


A continuación defina los recursos que utilizara a lo largo del Diseño y

Producción del OA:


Humano: Estudiantes de once 11° - Asesores- docentes de área, docentes de proyecto.
INSTITUCIONALES: Institución Educativa Técnico Industrial Pedro Castro Monsalvo, Biblioteca(Departa mental y Municipal) y de la Institución, hospital Eduardo Arredondo, Sala de informática, construcciones en barrios de la ciudad.
MATERIALES: Equipos de informática, Internet, filmadora cámara de video, celulares, transporte, CDs. Papel , quía pedagógica, recursos económicos.



¿Qué contenidos serán tratados a través del OA?


Para planear se proporcionaron las siguientes herramientas:
Planeación: Para construir el éxito hay que planearlo y elaborarlo.
Metas y tiempo
Valores claves
Principios
Actitudes
Proyecto de Vida


¿Qué metodología será utilizada?


Método Inductivo/ deductivo.
Guías pedagógicas a través de medios audiovisuales.
Reflexiones audiovisuales
Mesa redonda
CD. con charlas y conferencias
Visitas páginas WEB


Describa las actividades que tendrá el OA


Guías pedagógicas a través de medios audiovisuales
Reflexiones audiovisuales
Mesa redonda con audio
Reflexiones de vida con audio: Tony Meléndez.
CD. con charlas y conferencias : Historias de vida: Andrés Piñeres - Augusto Ramirez
Visitas página WEB www.unaposibilidad.es


Sí necesita de un recurso económico, descríbalo a continuación y ¿por qué?


¿Qué fuentes de información va a utilizar para el diseño y producción del OA?


Wwwunaposibilidad.es
http://digoandres111.blogdiario.com/
CANO, Betuel. La ética arte de vivir 6: La alegría de vivir a plenitud: Bogotá: Paulinas. Grupo editorial latinoamericano, 2004.
Plegable “opto por la responsabilidad” Monseñor Pablo Anteliz.
Windows live.Movie maker
You tobe.com



INFORME FINAL ACTIVIDAD 2


Integrantes del Grupo:
Cecilia María Jinette de la Rosa. C.C._________ de B/quilla.
Correo: cemariajine@gmail.com
Emilse Heilbron De la Rosa. C.C.________ de B/quilla.
Correo: emilseh@gmail.com
Carlos Escobar C.C. _______ del Banco Magdalena.
Correo: Calichees70@yahoo.es
Institución educativa: Institución Educativa Técnico Industrial Pedro Castro Monsalvo.
Ciudad y Municipio: Valledupar
Nombre del Objeto de Aprendizaje: PROYECTO DE VIDA DE LOS ESTUDIANTES DE UNDECIMO GRADO DE LA INSTITUCIÓN EDUCATIVA TECNICO INDUSTRIAL PEDRO MCASTRO MONSALVO. DE LA CIUDAD DE VALLEDUPAR.


Enlace Megaupload:

Enlace Hetiava:
Video en you tube.com http://youtu.be/KX5JyfgP9A4

VIDEO PRESENTADO POR CARLOS CADENA ESTUDIANTE DE 11º DEL
INSTPECAM


jueves, 1 de diciembre de 2011

PRESENTACIÓN DEL PROYECTO:ANÁLISIS SEMIOLÓGICO DE TEXTOS: POESÍA Y ESCULTURA

Esta presentación corresponde al proyecto orientado por la Universidad de Antioquia con la RED-TIC Colombia.

El proyecto se titula: ANÁLISIS SEMIOLÓGICO DE TEXTOS: POESÍA Y ESCULTURA
Ejecutado por las docentes: EMILSE HEILBRON DE LA ROSA y CECILIA MARÍA JINETTE DE LA ROSA
INSTITUCIÓN EDUCATIVA TÉCNICO INDUSTRIAL PEDRO CASTRO MONSALVO, de la ciudad de VALLEDUPAR, COLOMBIA

En esta Red, están agrupados un gran número de maestros que utilizan las TIC (Tecnología de la Información y las Comunicaciones